jueves, 5 de noviembre de 2015

Los escritores de la libertad

“The freedom writer´s diaries: How ateacher and 150 teens used writing to change themselves and the world around thern”  es  el  título con el  que se  publicó  la  historia real  que dio pie  a  “Freedom  writer´s” la  película,  en español, “Escritores  de la libertad”.   Una profesora recién graduada a quien le asignan  como primer  trabajo  el desafío  de  enseñar  Literatura  a  un grupo de  alumnos  de un instituto   de Long Beach, California;  donde  solo ser  negro, latino o asiático es un estigma  que los lleva a defender   su  raza  de la  forma  más  violenta.  En  esta historia,  solo hay malos  estudiantes de las  zonas  marginales  e  integrantes  de bandas, y en medio  de la  violencia y  el abuso, viven su día a día.

Después de un mal comienzo con la clase, Erin Gruwell,  la  maestra,  pronto  encuentra la manera  de acercarse  a los alumnos: les  habla  de  Ana Frank y otros adolescentes menos  afortunados   que  ellos,  que  vivieron    grandes  tragedias humanas y escribieron sobre  ellas.  El tema  llama la  atención de los  jóvenes y los motiva  a  hacer  redacciones sobre  sus experiencias  cotidianas  y configurar  así sus  diarios  personales a  través  de los cuales  encuentran la manera de  articular  como pueden mejor  sus vidas  y eso les enseña  que todos   tenemos  algo qué decir.  Pero lo más  importante, es que  esta mujer  les  da  a estos jóvenes  algo que nunca  han tenido  y que nadie  les  había ofrecido antes: Respeto.


 El  contexto  sociocultural , es un referente  claro   de  lo  que  en la película  quiso  ser  denotado;  es  más,  si las condiciones  no  hubieran sido  atrayentes,  no  se hubiera  ni siquiera  contemplado para  hacerse un film.  Dicho de  otra manera,  el hecho  de  tener  un contexto  con pocas probabilidades   de  desempeñarse,  es lo que hace  que  esta historia  se  rescate  de un  libro.  Una  escuela  marginada,  con mínimo presupuesto educativo, con personas  nefastas  en su  dirección,  con un  currículo  un tanto cuanto  pobre,  con todos los  vicios  habidos,  con  poco interés  de los profesores  por los  alumnos, con alumnos  poco interesados   en  lo que hacen,  con una cascada de  formas de  vida,  o formas de  sobrevivencia;  es  el  ambiente  en que se  desarrollan  los  hechos  de la historia. 


 Los  alumnos, adolescentes   que  saben que  estar en la  escuela  es un mero  requisito,  y  de la cual no  obtendrán  absolutamente  nada, ni siquiera la oportunidad  de un trabajo  que les permita cambiar  su forma  de  vida,  hacen  hasta lo  imposible  para que por lo menos, los otros,  no  pisoteen  su modo vivendis.  Erin Gruwell,  debe poner  en juego  las habilidades  intelectuales  que  ha ganado  en  su formación como  maestra,  requiere,  entonces  de  la  observación,  intuición, el  análisis, reflexión, manejo de emociones,  comunicación,  resolución de problemas, analogías,  planeación, evaluación,  búsqueda  de  información,  sistematización,  diseño de  estrategias,  etc.;  es  decir, al  ser  la  experta,  el guía,  el líder,  le  da una  responsabilidad   fuerte    ante  el compromiso que  decidió  echarse  encima.

Mejor  y más  fácil hubiera  sido,  seguir  lo  corriente,  lo ya establecido; sin cuestionar,  sin preocuparse,  sin esperar  nada  de quienes no  tenían nada  que dar  porque así  lo habían dicho  los  otros  adultos, los encargados de un  sistema  educativo.  Para  Erin Gruwell, las cosas  no son así de  simples,  la materia  prima con la  que  va  a desarrollar su  trabajo ,  son personas, y  con ellas  no  es  válida, la frase  coloquial   de <<echando  a perder se  aprende>>. 


Esta profesora,  llevó  al máximo sus convicciones que  tuvo  consecuencias  de  sus  decisiones,  un divorcio, por  ejemplo; las  enemistades  de los compañeros  maestros  celosos de sus  puestos, las  críticas  de  directivos;  sin embargo también  tuvo satisfacciones  que le hicieron valorar  su trabajo;  el apoyo de  su padre , que al principio no  estaba de acuerdo con ella,  el respeto,  cariño  e interés  y el cambio  de mentalidad  de sus  alumnos, la  motivación en los  rostros de los chicos,  la  esperanza  en  un  cambio  en la educación. 


Un papel importante desarrollaron los alumnos que sin ser los protagonistas,  permitieron  precisamente  actuar  a la  maestra,  la  pusieron a prueba,  la  retaron, la  inspiraron,  la motivaron  a  gestionar.  Cada personaje   que era un obstáculo en el logro del objetivo que ella se había planteado, hacía que echara mano de las habilidades cognitivas que había logrado desde siempre.



En  la  película   “Los escritores de la libertad” el  desenlace   conlleva  a  un final feliz;  es decir,   lo malo se hace bueno,  los  alumnos  que  en un inicio eran  desobligados,  desinteresados,  sin motivos  ni propósitos para  estar en la escuela,  conforme  van  teniendo  contacto con la  gestoría de la  maestra, todo parece  mejorar  y  al concluir la historia, por lo menos   esta parte de la historia,  aparece  la obligación,  el  interés,  la  motivación   y por ende; el cambio  que  se esperaba   y  por lo  cual  se  trabajó mucho; es decir  se llevaron a cabo  las fases de la gestión: planeación, organización, liderazgo y   control   de acuerdo con Ivancevich, J.M., Lorenzi, P., Skinner, S. J. y Crosby, P. B. (1997).  Quizá  por  ser  película  o un libro  en un primer momento;  y lo que se  buscaba  era  tanto la venta  de  este como  la audiencia para  la primera,  se   requería de  un  final  de este tipo;  sin embargo, la realidad   no siempre  presenta   desenlaces  tan románticos e  ilusorios; sino que repite  ciclos  de picar  piedra  para   ver solo  destellos  de  mejora. 



Referencias

Ivancevich, J.M., Lorenzi, P., Skinner, S. J. y Crosby, P. B. (1997). Gestión calidad y competitividad. Madrid: McGraw-Hill.




























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